31 de enero de 2013

Gato montés

Gato montés Felis silvestris al atardecer, Liébana (Cantabria). 31.01.2013.




26 de enero de 2013

Montes del Besaya

La jornada de hoy anduve por los montes del Besaya, moviéndome por la zona de Brenes, El Tornillu y Tordías, dentro del Parque Natural Saja-Besaya. Aunque a primera hora el cielo estaba cubierto y había viento del oeste aún con rachas fuertes, secuelas de lo que fue una noche ventosa y lluviosa, luego al mediodía quedó un día soleado, algo que se agradece después de dos semanas enteras de lluvia, nieve y viento.

Por el camino pude localizar un halcón peregrino Falco peregrinus en vuelo en Los Corrales de Buelna y un grupo de 6 milanos reales Milvus milvus volando en Las Fraguas, además de otro ejemplar solitario en Los Llares. 

Ya en Brenes, nada más dejar la furgoneta, un grupo de 3 picogordos Coccothraustes coccothraustes posados en las ramas de un majuelo. En el entorno varios zorzales charlos, comunes y alirrojos alimentándose en la braña. En los acebos y avellanos reyezuelo listado Regullus ignicapilla y carbonero palustre Parus palustris entre otros.




Un halcón peregrino ciclea por la zona a media altura y un grupo de 15 buitres leonados Gyps fulvus se acerca en vuelo bajo contra el viento desde la zona de Cieza. Han debido de pasar la noche cerca de alguna carroña que habrán terminado a primera hora, ya que alguno de los ejemplares viene con el cuello y la cabeza manchados de sangre.





Un ardilla roja Sciurus vulgaris cruza rauda la pista forestal, ya cerca de El Tornillu. En el borde de los acebos un bonito macho de camachuelo común Pyrrhula pyrrhula y en la copa de un haya un picogordo. Más adelante vería otro ejemplar más de esta especie.




Un gavilán común Accipiter nisus, tres milanos reales y un busardo ratonero Buteo buteo, al acecho desde su percha en la rama de una haya, completan el listado de rapaces, además de dos grupos más de buitre leonado de 7 y 18 ejemplares.






Los pícidos se muestran activos con el día soleado, pito real Picus viridis, pico picapinos Dendrocopos major y un picamaderos negro Dryocopus martius que reclama en un sector de hayedo.

Dos grupos de ciervas Cervus elaphus de 4 y 5 ejemplares completan el panorama faunístico, además de los rastros de los carnívoros habituales del Parque.

Y la cordillera Cantábrica cubierta de nieve...

La sierra del Cordel (alto Saja);




La sierra de Peña Sagra;




21 de enero de 2013

Colimbo grande

Unas fotos de colimbo grande Gavia immer de esta tarde en el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, donde localicé un total de 7 ejemplares de esta especie procedente de Islandia y Groenlandia.








20 de enero de 2013

El caso de la garcilla bueyera

La garcilla bueyera Bubulcus ibis es una ardeida de amplia distribución mundial, especialmente en el  ámbito del hemisferio sur. En la península Ibérica hasta fechas recientes era una especie propia de la mitad sur (Andalucía, Extremadura, Levante...), con algunas poblaciones más al norte, por ejemplo en Castilla y León, pero totalmente ausente de la franja cantábrica.





Esta ausencia de la región cantábrica terminó a mediados de la década de los 90 del pasado siglo, cuando comenzaron a verse de manera habitual los primeros grupos de este taxón, en prados de la franja costera de Cantabria, en busca de invertebrados asociados al ganado vacuno. 

El origen de estos ejemplares estaba en el Zoo de Santillana del Mar, donde estaba presente esta gregaria ardeida en su colección privada y desde donde se ha producido la colonización del área cantábrica. En esa década de los 90 eran grupos pequeños, de pocos ejemplares, que se repartían por los municipios limítrofes de Santillana del Mar, como Reocín o Alfoz de Lloredo. Poco a poco la población fue aumentando, así como su área de distribución, formándose poblaciones independientes al recinto Zoológico, creándose nuevos dormideros y lugares de reproducción. 

Una década después se registraban grandes dormideros de la especie en el ámbito del actual Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, por ejemplo en la marisma de Bengoa o Solija, donde por aquel entonces llegué a censar más de un millar de ejemplares o en la marisma del Joyel. También en la marisma de Alday o en el Pozón de la Dolores. 

La colonización de la región cantábrica por parte de esta especie, hasta entonces restringida al ámbito mediterráneo ya era imparable. A la hora de alimentarse se repartían por todos los prados de la franja costera desde el oriente de Asturias hasta la costa del occidente de Euskadi. 

El aumento poblacional de esta especie sigue constatándose, su adaptación ha sido increíble y en los últimos años la presencia de grupos en valles del interior ya es un hecho. El caso del valle del Pas, donde resido desde hace 5 años es un ejemplo. La especie estaba ausente hasta hace muy pocos años aguas arriba de Renedo o Zurita. Actualmente grandes grupos procedentes del nuevo dormidero del río Saja-Besaya en Barreda, suelen acudir a alimentarse al valle de Toranzo o también a la zona del Pisueña (Villacarriedo y Selaya) e incluso empiezan a registrase las primeras observaciones de la especie en lugares tan apartados y agrestes como Liébana.

Algunos naturalistas atribuyen el descenso poblacional en estas zonas, de especies como el cernícalo vulgar o el mochuelo común, a la extraordinaria abundancia de garcillas bueyeras, ya que pueden competir de manera directa por el alimento. No existen estudios serios al respecto, pero estaría bien que se hiciera alguno y conocer la incidencia real que ha tenido la llegada de esta especie.

Lo que está claro es que esta ardeida ha pasado en 20 años de estar totalmente ausente, a ser sin duda una de las aves más abundantes junto por ejemplo con el estornino pinto, en las praderías de la franja costera cantábrica, incrementando su población, su área de alimentación y el número de dormideros. Un episodio tan rápido como este tiene que tener si duda alguna afección en la campiña atlántica.

5 de enero de 2013

Saja

Hoy estuve pasando el día por los montes de Saja, en un día más primaveral que invernal. Legué a la zona al amanecer, cuando se apreciaba un curioso fenómeno, la inversión térmica, es decir hacía más frío en el fondo del valle que en las zonas altas. 

La nieve caída hace un mes ha ido desapareciendo con el viento Sur de jornadas pasadas y tan sólo en las cumbres, como la del Cuetu Cordel (2.040 m), hay una fina capa. 






En cuanto a la fauna, a pesar de la escasez de nieve y frío, la vida en la montaña se torna pobre en esta época del año, un solitario buitre leonado Gyps fulvus, varios cuervos Corvus corax, algún bisbita alpino Anthus spinoletta despistado y varios grupos de zorzales alirrojos Turdus iliacus, la especie de ave más frecuente hoy, alimentándose de los frutos de los acebos. 

Los mamíferos están activos, 7 rebecos cantábricos Rupicapra pyrenaica parva en una cumbre, un corzo Capreolus capreolus en el hayedo y numerosos ciervos rojos Cervus elaphus hembras y machos en brañas y brezales, como este ejemplar de la fotografía.




Ya en el dominio del hayedo, un picamaderos negro Dryocopus martius moviéndose en el interior del bosque y un reyezuelo sencillo Regulus regulus en el borde superior, en unos abedules.

Por la tarde, de la que ya marcho, decido hacer una parada en busca de pico mediano, en un lugar habitual para la especie. Pinzones vulgares, trepadores azules, agateador común, carbonero palustre, carbonero garrapinos, pico picapinos y... de pronto, un pico mediano Dendropos medius que se va moviendo de árbol en árbol. Ya hay poca luz, pero puedo sacarle algunas fotos.





Con esta joya ornitológica pongo broche a la jornada de campo.